Vibraciones, ruidos, malos humos… el coche empieza a mandarte signos claros de un deterioro progresivo y tú, como no sabes a qué se deben, los pasas por alto, hasta que un día, tu vehículo no puede más y dice basta. Si cada vez que le ocurre algo a tu coche, entras en pánico, nosotros te explicamos el por qué de más de una docena de síntomas habituales que pueden darse mientras conduces.
El coche no frena en línea recta
Al frenar de forma brusca, notas como el coche se desplaza hacia uno de los lados. En este caso, pueden influir varios factores como el desgaste irregular de los neumáticos, la descompensación de los frenos, la eficacia de la suspensión e, incluso, el estado de la carretera.
De noche no veo correctamente
Cuando circulas de noche notas como te cuesta más distinguir los objetos pero, sobre todo, te percatas de que el haz de luz no es tan potente como debería serlo. En este sentido, el estado de limpieza del faro, la correcta regulación de la altura y el envejecimiento de las bombillas o de las superficies reflectantes internas del faro pueden provocar una disminución de la intensidad lumínica.
El coche echa humo blanco/azul/negro/gris
Cada vez que aceleras dejas un rastro de humo a tus espaldas que bien podría ser un truco de desaparición del mejor mago de todos los tiempos. En este caso, si el humo que echas es blanco, indica un exceso de agua en los gases y si es azul, un exceso de aceite. En el caso de que sea negro, la causa más común es un problema en los inyectores. En los coches de gasolina también puede darse porque el filtro del aceite esté sucio o porque haya un mal reglaje del carburador. Del mismo modo, en los diesel, el problema puede venir o bien por un exceso de combustible en la combustión, o por un problema con el filtro del aire.
Bajo el coche hay una mancha de color negro o rosa
Cuando sales del garaje y vas a cerrar la puerta del mismo, ves que en el suelo hay una gran mancha negra o rosa. En este caso, una mancha negra significa que ha habido una fuga de aceite del motor o del cambio. En cambio, si es rosa se puede deber a una fuga de líquido anticongelante –en este sentido, el color también podría ser verde, pues dependiendo de la marca, el producto puede ser de un color o de otro”.
El coche no se enciende al arrancar
Al girar la llave, el coche no responde, ni siquiera pisando el acelerador con fuerza. Una de las causas más habituales suele ser que te hayas quedado sin batería. Otra posibilidad es que te hayas quedado sin gasolina. También puede deberse a que un interruptor del encendido se haya roto, en cuyo caso lo notarás porque al girar la llave, no sale ningún ruido del motor.
La aguja de las revoluciones no para de subir y bajar al ralentí
Al meter punto muerto y estar parado, por ejemplo, en un semáforo, la aguja del cuentarrevoluciones sube y baja de forma constante, como si el coche se estuviera ahogando y, en algunos casos, al retomar la marcha, el coche se te acaba calando. Ello puede estar provocado, en la mayoría de los casos, por una mala regulación de la inyección de combustible. La causa más frecuente suele ser que tengamos el tubo de admisión rajado.
Las marchas no entran bien
Si al cambiar de marcha notas que te cuesta meter la relación correspondiente, la causa más frecuente es una mala regulación del accionamiento del embrague. Aunque también puede darse que haya habido un mal ajuste de la palanca del cambio. Si además, notas que se mueve la palanca de cambios, ello quiere decir que hay un taco de la palanca roto o en mal estado.
Aunque eches aceite, el testigo sigue encendido
Si acabas desesperado y casi con el depósito del aceite a rebosar (acción desaconsejable) ya que al poco de ponerte en marcha te vuelve a saltar el piloto del cuadro de relojes, la causa más frecuente es una avería en el sensor de nivel o en el sensor de presión en la bomba de aceite.
El aire acondicionado no enfría
Si al activar el aire acondicionado el aire que sigue saliendo de las tomas de ventilación es templado, incluso habiendo bajado la temperatura al máximo, lo más normal es que o bien haya una fuga de gas en el circuito del A/C; que exista una avería en el compresor o que uno de los sensores (temperatura, exterior e interior) esté roto.
El freno de mano no tensa
Sin que seas uno de esos cabezas locas que no recuerda poner el freno de mano al aparcar y ves que tu coche sigue moviéndose incluso cuando has tirado de él con todas tus fuerzas, has de saber que la causa más probable es un desgaste de las pastillas o el tambor trasero.
El volante no hace más que vibra
Da igual como circules, a velocidad de crucero como en ciudad, en cuanto te pones en marcha el volante no hace más que vibrar. Ello se puede deber a que las ruedas estén mal equilibradas. Otro factor puede ser unos neumáticos en mal estado, que presentan una deformación en la banda de rodadura; pero también puede que tengas los protectores de la suspensión rotos.
El coche va dando tirones
Un coche que da tirones durante el arranque o ya en la marcha está dando síntomas de que algo no va bien. Puede tratarse o bien de un taponamiento del catalizador, un fallo en una bujía, en un desgaste de los cables del acelerador e incluso en que lleves los inyectores sucios o a que el filtro de la gasolina esté atascado.
El motor pierde potencia
Si te ha pasado que al acelerar, el coche no responde, hay múltiples causas para explicar dicha situación. La más común es que tengas el turbo sucio o roto (en este caso, irás también un silbido); pero también se puede dar porque el embrague esté dando los últimos coletazos de vida, porque la calidad del combustible sea ínfima o porque tengas sucio uno de los filtros del coche (combustible, aire). También puede darse que tengas la válvula EGR sucia.
Publicado el: 20/03/2015
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